martes, 16 de noviembre de 2010

El tenerte

Debo admitir que paso los días sin inspiración alguna mas que necesidades carnales tal vez, deseos primordiales para la alimentación de este pequeño corazón, tropiezos y traviesos reclamos entre cada golpeteo que tus juegos dan a mi conversación, rechazos y heridas pequeñas que se curan con el amargo sabor de mi droga favorita que esta entre tus labios, que si antes eran sagrados, y necesitaba el valor de la misma revolución de villa para besarlos, ahora son la dosis que acompaña el dolor de extrañarte, la terrible melancolía de no tenerlos a cada momento solo se compara con la falta que también tu piel le hace a mis brazos, debo decir que si antes rezaba de rodillas en mi cama por una sola noche de estrellas y una luna celosa para los dos, ahora que pienso que es una lastima que haya pedido solo una, y no mas de un millón para llegar tan siquiera a las diez mil, tengo la cara que solo reconoce el placer de tu admiración, y las muecas que solo me hacen bello para tu voz y el calor de tus mejillas, tengo el cuerpo bien mal acostumbrado al regaño de tus manos, bien ensortijados a tu pelo están mis dedos, y el sabor de esta vida vive ahora para tu aroma, debajo de la lengua guardo sensaciones que quisiera compartir con uno que otro de tus dientes, y encima de los labios llevo costras de ese viento que te piensa todo el tiempo, ya no admiro la belleza de tus ojos, de hecho ahora les reclamo me vuelvan a ver con gran anhelo, ya no aguanto la distancia de los sueños, ni la nostalgia de los suaves pensamientos, ahora necesito de todo lo que rodea al menos tus caderas, que si no es la ropa, es la sabana que te envuelve y si no pues las cortinas de tu baño, y si es la gente pues que sea pero junto a mi, junto a mi todo cuanto te rodea, y en mi de preferencia tu, adentro, encima, por fuera, detrás o de cabeza, como tu mas lo prefieras, pero en mi, siempre en mi, con tus sabores, de los buenos, delicias y demás, a los amargos y mas rancios de cualquier recuerdo, con todos tus rencores, que importan si no han de ser para mi alma, con todas tus verdades, tus sudores; esos de preferencia ente los dedos o por debajo de mi cintura, tus olores, y tu ruido fatal, o tal vez el mas gracioso escape de viento por tu ser, todo tu ruido, el de tus nueces para nada, y el de tu silencio para devorarme, toda tu, toda en mi, solo eso pido, y debo de admitir que si antes mas soñaba, pues ahora de constantes pesadillas sufre mi recuerdo, pesadillas que me causan las nostalgia que el sueño no cura ni alimenta, nostalgia que se resuelve después de alucinarte al tenerte ya en mi vida, sin recelo me atrevo a desmentir que tu ya en mi y yo ya en ti no es tan fácil disimulo el ya tenernos, pues ahora la estrategia es no tenerte, si no que por ningún motivo te me escapes.