martes, 22 de diciembre de 2015

Primo Homine

Despertó envuelto en una prisión de carne, con esfuerzos levantaba dos cortinas de piel para poder ver y no basto solo con pensarlo para poder moverse, arrastraba ahora un montón de partes que mantenía en un dudoso equilibrio, y sintió la roca fría bajo su andar y no entendía lo que era el desplazarse sin poder tan solo aparecer en un lugar o en otro con solo quererlo. Y el viento lo toco, y lo que le venía a la mente en su mente descansaba, y su hambre por tragar el aire lo enmudecía y a cada trago se llenaba de vida. Entre mas lejos andaba notaba que algo se secaba en su interior y un gran hueco expandía en él un mareo que debilitaba su andar, y se pregunto, y al preguntarse supo que tan poco era en sí y que mucho mas necesitaba para ser, y lo que supo lo olvido, se convirtió en un rito con cada sol tomar el agua entre sus manos y verterla en aquella caverna temblorosa, aquella ciudad amurallada que lo mantenía lejos de todo y a la vez en todo como una perla atrapada sobre el fondo del mar, como un huracán entre cuatro paredes. Y con dos ventanas supo observar, con dos piernas aprendió a no estar donde no quería y a correr detrás de lo que mas gustaba, con dos manos a tomar lo que sus adentros llamaban, y con un eco aprendió a gruñir, a gritarle a la oscuridad para que se fuera, pero esta nunca se marchaba, aprendió que el dolor tenía sonido y sonaba como la lluvia, el temor cimbraba en su fondo como un trueno, y noto que todo, absolutamente todo lo podía escuchar si se esforzaba lo suficiente en mantenerse mas callado, y al estar callado por mucho tiempo aprendió que el trueno zumbaba en su pecho y que lo hacía vivir, que la lluvia tenía un orden y apreció entonces su caricia, aprendió a racionar el aire, a cerrar los ojos, y cuando al fin no tuvo necesidad de mantener la vista en todo, entendió que no habitaba una prisión, y que para ver no había necesidad de abrir los ojos. 

viernes, 18 de diciembre de 2015

El Hijo Rebelde

Voy a tatuarme las Pléyades en el pecho, a todo lo ancho y largo, para que mi alma siempre quiera partir, quemaré con cigarrillos mis corvas y pelaré mis labios para comer la sal de todos los mares. Por que voy a morir, mis chicas van a morir y aquel que me devolvía el cambio con asco por cada trago en esa inmunda barra también morirá, gastaré las suelas de mis botas raspando la piedra y dormiré a la intemperie por el resto de mis días. Con una mueca juzgaré a todos los hombres por igual, y cuando te vea a los ojos solo diré lo mucho que te quiero coger. Me iré danzando de mesa en mesa por este banquete de caníbales, y de ser posible voy a beber todo el vino y a mear en todas las copas, dormiré parado con las manos atadas a una cadena por encima de mi cabeza, mientras dos vagos golpearan mis costillas, ayunaré por siempre y aullaré mientras todos cantan y me desnudaré cuando todos vayan a misa. Llenaré mi cuerpo de drogas, sarcasmos, ironías y desventuras y cagaré en cada espacio de tierra otro yo, maldito y cruento por la vida, y vivirá llorando y riendo a la vez, y no se preguntará nada jamás, y ese otro yo en cada centímetro de este planeta alzará la vista, y cada vez que inhale lo sabrá todo y todo lo habrá vivido, y morirá cuando no sepa distinguir si a pesar de todo prefiere la felicidad a la tragedia, la arena a la hierba, vaginas o libros, canciones o refranes de hastío. Voy a vivir atroz para perderme mas que nadie, mas que nunca, y cuando me plazca de existencia sabré que tengo mi lugar en la gran mesa del vacío, bien ganado, y esperar en la antesala de la nada será un juego, será como chingarse un cigarrillo. 

domingo, 22 de noviembre de 2015

Aquello que llamamos vida

Corriendo sin parar iba jalando bocanadas que ni le alcanzaban para respirar, lloraba y lloraba conforme avanzaba, y se ahogaba en dolor, en el vacío de sus pulmones, en su garganta ensanchada, jadeante. Movía la cabeza en negación mientras apretaba sus cejas, y un pulsar rebotaba en su cabeza, un distorsionado sonar que hacia eco en sus memorias, le llegaba el dolor a la raíz del inconsciente. A medida de alejarse del centro de su universo, rompía barreras dimensionales y daba impulso a su desamor la falsa esperanza de un corazón románticamente consumado, y la soledad era su motor, y el temor el combustible. Corriendo se alejaba cuando de pronto sin decidir sus pasos se acortaron a un andar rocinante, furioso, como el Cristo señalando al padre, un desaparecido en la niebla, maldiciendo aquello que no se puede maldecir, por que no es, por que no esta. Vacío, un gran vacío dictaba en su ser la ausencia de la melodía trágica, mundana, banal del amor roto, fragmentado en roca, como las olas que por su propio ímpetu se quiebran. A dientes apretados balbuceaba entre paranoias el sin sentido del apego, y en su ridiculez reparaba, a la vez que decidiendo sacrificadamente cargar con la amargura de los mundos, se decía lejos de donde se encontraba, y corriendo se encontró lejos de donde se hallaba, aquél páramo de éxtasis quedaba atrás con el deseo, el amor, y como mártir cargaba ahora con el pesar de un valle de descanso eterno del cuál aquel que no frena jamás rodea sin sentido, esperando una entrada a la vuelta de su rigurosa carrera, de su apretada diligencia. El pesar de un valle que se encuentra una vez en la vida, pero no se abre para nadie más. El martirio de saberlo de una vez, de golpe, sin traducciones, sin poder compartirlo, el saber solitario y personal de explotar y recomponerse allá donde nada tiene seriedad, donde el amor es vano, un juego en la tormenta de las sensaciones, en el huracán de lo que nada conocemos, en aquello que llamamos vida. 

jueves, 19 de noviembre de 2015

Wilfred

Wilfred va de la mano con la muerte, avanza entre los terremotos de sus rodillas, le tiembla el alma y su finiquito humano se frunce como si éste quisiera impedir el escape de la fe y del espíritu al encuentro con lo inevitable. Y piensa; - ¿Si al encuentro con la muerte, la fe se escapara de nosotros por donde cagamos, no sería mas mundano el espíritu?- Es este un miedo demoníaco el que siente, anunciando las puertas de la perdición eterna, no… es solo miedo, miedo verdadero. Pero no es tiempo de filosofar, si no de profundizar con el acero, cortar la carne de los enemigos. ¡Se agacha esquivando el primer abaniqueo contrario por su izquierda! Se extiende continuando hacia ese flanco y al mismo tiempo que atraviesa el pecho del blanco al final de su estocada, rebana con la espada derecha la pierna del primer ingenuo previamente apartado. Se recompone yendo de frente con su arma derecha a la guardia del siguiente soldado, para perderse por completo en una cloaca de cojones arrugados y mentes perdidas, almas caníbales, delicias infernales que los más sádicos admitirían como éxtasis final de sus cruentas fantasías. Por otra parte, los mas infelices son sangrados rápidamente cumpliendo el fragüe de un suelo de cuerpos, que eleva a cada nuevo nivel del piso, las aureolas negras de los caballeros mas gustosos en batalla.

Wilfred combate feroz, esta decidido a rebanar cada oponente que su vida quiera al menos rozar con sus filos, pero en un instante, titubea… menos de un segundo fue la medida exacta de su destino, una flecha de entre la nada perfora de forma quirúrgica su codo derecho, grita, con su espada izquierda recompone la guardia pero al quedar la otra sin funciones, la cuchilla izquierda de su oponente, que defendía con hacha su guardia contraria, corta con gran profundidad su peto, desgarra la malla y separa su piel finamente con una línea que termina donde comienza su interior.

Wilfred cae de rodillas, su abdomen baña ahora los cuerpos, la tierra. Su sangre como una lagrima ebria de vino aporta una comunión a su ser, y recostado ahora en un horizonte de cuerpos tendidos y demonios enfrentándose, donde apenas tiene que alzar un poco la mirada y soportar la belleza asfixiante de su ultima vista a ese cielo azul que lo vio nacer, que lo vio vivir, que lo vio matar y que lo ve morir, se dice: -¡Nunca conocí a ese rey por el cual ahora entrego mi vida! ¿Por qué? Nada  lo valió, pues yo ahora muero y ese de ahí, vivirá sacrificando mas como yo para preservar su trono. Tanto miedo el que sentía antes de cada encuentro, tanto miedo era, que solo podía seguir avanzando, directo a la muerte, como el vértigo a los que temen las alturas, yo le temo a la batalla, ¡Soy un niño! ¡No quiero morir! Pero ya he decido, desde la primer estocada he decidido, y ahora es mi deber, ¡Pero! Ahora que claudico a mis actos, por matar bajo al yugo de un señor que dominaba mi destino y bajo el mismo yugo de mi condescendencia a la violencia, ¿habría sobrepasado mi temor para entrar en los campos de este infierno por amor a mi padre? ¿Por amor a mi casa? ¿Por amor a mí? 

lunes, 16 de noviembre de 2015

Temor de dos

Como un petardo en el corazón, cruelmente frunció la comisura derecha del labio, sus ojos perforaron como fría alabarda y su desdén era directamente proporcional a mi fracaso. Soy un valiente para muchas cosas, pero no fui capaz de abrir la boca. Volteó la vista, me olvidó en un segundo, seguro ella me teme como yo le temo, pero es muy diferente. Yo le temo a la perfección de su piel, al perfil de su nariz, su olor que exorciza las mañanas lo percibo desde metros adelante, y agita mi hombría su figura, me vuelve un cerdo. Y como no titubear si con su andar masturba mis ideas, me gobierna ella, me gobierna la carne, y vacía mí estomago saber que nunca saciaré mi hambre, por eso le temo. Por que cuando la veo no hay mas que silencio en mi cerebro, asusta la ausencia de todo, y todo, que es ella cuando la veo, renuncia a mí con su rechazo. Vacío vuelvo de timbrar sus puertas, vano existo en el momento en que no puedo hacer nada, y me convierto en un recipiente de cobardía, cuando mi talento renuncia y las astucias del cazador son para mí un libro oculto en un idioma que nunca entendí. Ella por su cuenta, le teme al bardo meloso de mi lengua, y sin lugar en su cuerpo para mi poesía, mi prosa, mi aliento, no le queda mas que temer al momento en que decida cantar como loco un poema que jamás escuchará, solo teme a mi próximo intento.  

domingo, 4 de octubre de 2015

Lobo alejándose

Esta ciudad es pequeña, y tú haces que lo sea aún más y ni siquiera estas aquí. Aborrezco tu belleza que constantemente me golpea la cara restregando tu gracia en mis antagonismos, y me pregunto ¿No podrías dejar de existir en este mundo? El mundo que te conoció pura para verte transformada en insaciable pleitesía animal. A quien culpar cuando los hombres no son hombres si no mascotas agitando su miembro en una cacería constante, mordiendo incluso a los de su propia manada, tendiendo trampas y tomando la mínima oportunidad para salivar sobre tus aparentes consentimientos como si su vida dependiera de ello. He llegado a sentir incluso una malicia detectivesca, y temo que mi hastío de las cosas terrenales está ligadas a tu placer, y tu placer a la venganza. Haz lo que quieras, eres bella y el mundo es tuyo, eres carne de primera, capital, moneda de cambio para entrar al cielo, aunque éste dure solo las pasiones de una noche, moneda respaldada con el alma. Así que resignado el gran lobo de mis viseras se marcha a paso gentil fuera del bosque, de la manada, de la lujuria incesante y de tu nombre entre todos los hombres, para vivir del viento en una cima donde no llegue nunca tu aroma, morir de estrellas y una luna que no cuente tu reflejo, mirar al firmamento y regurgitar aullidos que calen montañas, colinas, que calen horizontes pero no los de tu carnes. Inocente presa, nadie juega con bestias sin mancharse de su propio salvajismo, y en algún momento la cacería encontrará su cúspide, y ni toda la gracia será suficiente para las fauces de los hombres. 

martes, 22 de septiembre de 2015

Sirena

Poseo el secreto más sucio del universo. Cuando a punto de dormir libo entre visiones el sabor de la carne de tus labios, acomodo mis palmas en tus muslos y subo lento pero firme mirándote a los ojos. Que esplendida con tu cabello rojo, es la fantasía sublime de desnudarme frente al sol abrasador y derretirme entre sus explosiones, erupcionar por mi ser las convulsiones animales mas sublimes, que fácilmente podrían ser confundidas con amor, y salpicar como las olas tu piel sirena de mar, mar que es basto y cubre mi horizonte, pues desde cualquier punto te espero a mi andar por la calle, por los bares, por la vida. La posibilidad agota mis silencios y mis oscuros juegos me llevan mas a prisa que de costumbre a derrumbar el costal de imaginaciones a tus pies, como un cachorro que mata una bella criatura para postrar como tributo al amo, dejaría a tu placer cualquiera de mis fantasías, con nobleza invitando a tu morbosidad ser testigo de cómo con un simple tacto tuyo la alquimia pueda transformar a un ser blasfemo en la fuente de lo tántrico, tu en el mar y yo con el espasmo de un relámpago, como lengüeteada por tu espalda, creando el ritmo de un sigilo, la marca del hartazgo sensorial en nuestros cuerpos. Pero nada es oscuro en tu presencia más que tus abismos sirena, y yo casual ante los riscos de tus océanos amarro un yunque que se llama deseo a mis tobillos y te busco en la orilla, en el horizonte, en la zona abisal, en el punto donde el sol besa las aguas y proyecta tu silueta aun desconocida llamándome al abismo donde seguramente no te encontraré, pero me aviento directo al encuentro con el fondo, sabiendo que por toda su inmensidad andas y que ahí en la nada, alguna corriente, por casualidad, me llevara a donde nadas. 

lunes, 7 de septiembre de 2015

Cioraneando

Ya no eres mi héroe, lo digo con lágrimas en los ojos y el corazón más volcado que nunca hacia mi destino agrio y solitario. Cuando mi primer amor se fue, me di cuenta de que el amor era una ilusión, cuando se entrego a un imbécil, me di cuenta de que el imbécil era yo. Cuando los amigos fueron risas de escenas pasadas, me convencí que en poca gente se puede confiar en esta vida. Cuando conocí la envidia no logre entender por que no recibía el afecto que quería, y cuando conocí la hipocresía no entendía bien lo que los demás decían y por otro lado actuaban. Soy hipersensible y el flujo normal de las sensaciones en todos los seres humanos me hace temblar, literal, puedo romper en llanto por la mas mínima brisa de tragedia, y puedo desbordarme mas allá de mi propia felicidad sin motivo alguno, mis sentidos se hunden en todo lo que observo, en todo lo que escucho, en lo que se mueve y lo que esta inerte, incluso el respirar de alguien me dice que tanto me odia o ama. Vivo como nadie mas, al límite de una bocanada que se pierde en mis escondrijos para rebotar y rebotar con más fuerza cada vez en un eco que atraviesa mi piel y pareciera que corre todo de prisa a través de mí lacerado corazón. Soy triste infinitamente y a la vez frío, soy terso y a la vez una pared, y lamento más que nada ser la pared. Convulsiono entre pesares y goces y mi alma vibra incontroladamente fuera de sus límites. Encontré a mi paso por la vida un sin fin de decepciones y ahora que decido ser fuerte, aceptar mi condición y ser valiente a cada maldito segundo de existencia, veo que estoy vacío de esperanza, que no tengo por que o quien luchar, que la lucha no existe ni siquiera, por que no hay virtudes que pueda encontrar, ni en mi ni en nadie. La vida es una habitación inundada de tristeza y me pregunto: ¿no podría haber venido al mundo a otra cosa que sentir? En forma tal vez de viento, como una montaña o como un pequeñísimo átomo en las hojas de un cuaderno.
Ya no tengo héroe por que comprendí que eso que busco y quiero ser no esta en mi naturaleza e imploro por que la existencia acabe y dé paz a mi sentidos, a mi mente, que mis latidos cesen y no bombeen mas ilusiones a este templo desquebrajado. Como una nueva visión que nadie comprende, ¿Qué sería del mundo si no me hubiera encontrado? ¿Qué sería de mí, si no me hubiera conocido? Pensé; algún día renacerá un ser valiente y gran maestro de amor y conocimientos de los latidos turbios de mi desesperación, pero ahora lo que sé es que solo soy más pequeño, solitario y desganado, y el gran virtuoso que hay en mi se perdió antes de nacer.

*escribo esto no por ti o por alguien más, lo escribo por que si no lo hago reviento, aunque sigo siendo un grito en la oscuridad de nadie. 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

La luna sobre el río

Como un suave regaño de plata que cae sin filo, pero plana sobre mi espalda, fría cual río nocturno, me roza la espada de luz de luna, luna de sus ojos. Me abre en dos al caminar. Volteo, por que a mi oído le jalan con un susurro que suena a chasquido de labios, que baja por mi columna como una gota de agua. Me pasmo, respiro hondo, orgulloso y me ensancho de hombros. Todo sucede sin verte a los ojos, y sin mirarte veo cuanto recorren los tuyos, nervioso trago saliva y aprieto los dientes, transpiro pura patanería y hundo la vista en puntos inexistentes con tal de evitar encontrarme con una trampa mortal, que asimilo siempre y cuando no la observe directamente, es usted como medusa, en piedra reposaré cualquier día que sin ser precavido atraviese mi nervioso notar con su sonrisa. Es usted como la decisión fatal de los desesperados por la vida, tiemblo de miedo al sentir su fulgor atravesar mi mas ínfima muralla, pero que no daría por sentir su aliento mas que el peso de sus ojos en la retaguardia, y morir desarmado al vapor de sus manos. Como la luna que besa las aguas en intima frialdad, así me encierra las ansías una neblina otoñal, a orilla del río que soy yo, ansioso de luna, luna de usted. 

martes, 30 de junio de 2015

S.L.1

Represento el centro podrido de este corazón que a cuestas avanza hacia la inutilidad de de la desesperanza, soy el sabor acido de la derrota antes de la batalla, soy un hueco resplandor apuntado hacia lo alto, perdido donde empieza el universo, con la suerte de tu lado, y mis entrañas en tus manos, juegas bien a la tortura, juegas bien entre colores arrepentidos...
Entre el si y el no, soy el extraño segundo catastrófico que volteó tu mirada al infinito, para después mancharme con la falsa ironía de lo que es y no puede ser...
El verdadero tormento del activo impaciente, estridente flagelo, consuelo del llanto...


martes, 16 de junio de 2015

Balanza 5

No hay más, ni tengo fuerzas, no tengo ni las ganas, ni motivos por las mañanas, no tengo nada, y encima tantas cosas que me hacen falta, tantas cosas que no soy, pues no soy nada, no hay nada por las tardes, ni buenas noches, no hay sueños y las madrugadas hasta aquí tiemblan, no hay mañanas, no quedan ganas, ni de abrir los ojos, de cantar, de hablar... No quiero nada, si que hay lunas pero no hay miradas, ya no hay cielo, ni estrellas, ya no hay preguntas, ya no veo el universo, pues ahí no hay nada, nunca hay nada, por más que anhele, por más que la carne de mi corazón se tuerza y desgarre el aire en gritos, nunca hay nada, por más que eso que está a punto de salirse por la boca del estómago e impulsa el cuerpo un paso hacia adelante, escapando como aliento por los labios, se repita a toda hora, nunca hay nada, nunca llega, nunca pasa, nunca nada. No hay más que vivir sin esperanzas, como el asno que repite en círculos cada mañana el mismo camino, empujado, por que debe, si no se mueve muere, si no obedece también muere, pero ahí no hay nada, si no te mueves mueres, mejor te arrastras, con lo que sea que sirva de combustible, por que la esperanza vuela, te da alas y da las ganas, pero nadie sabe que sin esperanza mueres. 

miércoles, 10 de junio de 2015

Pienso

Opiáceo intimo excitante vanagloriando el aire calibrado para un cuarto húmedo pesado que encierra inercias palpitantes de esquina a esquina sorteando bordes miserables atados a atlánticos que hunden la suerte que es bocanada de exilio a una órbita látigo que expulsa fuera de eje cual bala y al infinito catapulta sin dejar de girar sobre sus propias puntas.

martes, 9 de junio de 2015

Balanza 4

He perdido la razón, y si me ven no lo mencionen, ni se les ocurra decir; que tal? Como has estado?. He vuelto de donde nadie esta seguro si volverá algún día, de donde embarramos lo que somos y sólo lo que es potente vuelve para dictar una nueva agonía. He perdido contra ustedes, contra ti, y contra mi, pero de suerte tengo el último telar, aunque de pobres tejidas tragedias atormentarán, es lo mío y no negaré, que por el último tiempo al menos, seré nostalgia y mucho más que mi propio drama. Para dejar de ser historia y convertirme en muerte, olvido, temor de artista, de opinión, terror de quien se envuelve de fatalismos para hacer su vida un pesar contaste, valioso, épico sufrir que vengará la soledad en vida para decretar; valió la pena. Aunque el sufrir valió de nada, la verdad es que la vida no sirvió, si no enseñó a otras de cabo a rabo un desperdicio total. Sufrimiento eterno de un solo pesar para unos cuantos creyentes, doctrina magistral de apostata, humilde sollozo de mártir. La vida es para satirizar. 

lunes, 8 de junio de 2015

Balanza 3

Eres más que lamentable. De hecho es esta tragedia tan densa que podría sortearla como esquivando cuerpos en las calles. Si es que has notado el progreso del polvo en tus entornos que más puedo decir, además de lamentable has pasado al término de ser obtuso inerte. Mantiene de alguna forma un hedor a rancio cualquier espacio habitado por el peso de tus carnes, que se ocupan de marcar un halo intermitente entre apagado y encendido que para terminar esta escena de indomable decepción determina mas bien quietud a largo plazo que un movimiento próximo. Y cuestionas que ahora los caminos están cerrados y sentencias que de andar sería para salir volando. Eres mas que triste, te has vuelto parte de un cuadro que enmohece y pierde tono con mas y mas sedentarismo, te has vuelto la figura de ayer que no querías ver y sabes que mañana ahí estará para obligarte a ser lo que no fuiste capaz de contradecir, de contraatacar, para concretar indecisiones y para desde el amanecer esperar que de momento llegue ya la hora de partir por unas horas. Eres un olor a podredumbre que solo olfateas tú, y sin embargo sigues lamentando, y como si la desesperanza otorgara el justo peldaño del cual con desden puedes señalar, sabes que acusar es echarse una lápida en la espalda. Pero entiendes que  la desgracia es tal vez para compartirla. Eres lamentable, y es por eso que esta noche te he abandonado, como todas, para regresar a rastras bajo el jugo de tu ocio matutino, que dura de la luz hasta la luna. No quedará más que locura el día que me vaya lejos, tan lejos aunque sea solo una noche, y otros mundos me transporten fuera por siempre y jamás retomar el punto de partida. Eres lamentable, pero nunca más que yo, y nunca como el día en que me quede en el destierro. 



lunes, 1 de junio de 2015

Irreversible

Sobredosis de melancolía irreparable que me llevo a sufrir inenarrables cuentos de grandes desesperaciones impresas en momentos borrosos que se perdían entre puertas y pasajes de estos sueños, que al pisar las hojas de mis noches de otoño rompía en llanto el rocío de un canto que anunciaba la media de una velada onírica más allá de fantástica, intrigante. Era atroz el manejo con que el viento retorcía incluso los colores… era ámbar siempre templado, a punto de no derretirse, de no ser ni duro ni gomoso, y era constante, soplido a escondidas que entre versos simplemente cargaba la hedonista tarea de sustituir la respiración por el mínimo esfuerzo. Y que placer era languidecer tibiamente en regocijo, frenesí de niño en brazos, al expandir las dimensiones cual agua hundiendo mi cuerpo como si fuera el universo una manta gentil que me abraza y exacta a cualquier medida de lo que fuera que era yo, creaba un ropaje amplio y a la vez tan cercano a cada rincón.  Nostalgia irrefrenable que destruyo los jardines en los que tanto perdía de mí como de ti, en los que era solo un orgasmo de variaciones lúdicas y no valían ni los años de mis manos, ni de mis emociones, que me hizo notar en adelante que ni siquiera el espacio alcanzaría para poder arroparme. 

jueves, 21 de mayo de 2015

Aunque no seas mía

Efluvio eterno de un inefable contorno del cual ya tengo sabor en los labios, será presencia en el murmullo de mis tactos a contra almohada que entre cerrar los ojos y concebir el sueño arrojo el instinto al fragor de un etéreo involuntario que acaba dictando lo lejano que debe de estar ese momento molecular al cerco de mi platónico próximo. Que has venido si no a incordiar un ermitaño caótico falto de excusas, sin medios campales y mucho menos heroicos. Has sido tú, serendipia de un vago descorazonado. Sin coraje me acerco cada que te paso de largo, y te extraño común, como se extraña lo de todos los días. Recato egoísta saberme pendiente de tu indisposición que mal alimenta teorías limerentes, a sabiendas de que yo y solo yo soy idóneo desfalco de todas tus normalidades. Sin importancia transcurre mi cartografía de ti, sin lucidez, estoy ajeno al embrujo de esa indiferencia, para decirte que sigo trazando el mapa de un reino cuyo terreno jamás visitaré. Inconmensurable retrato de mi creencia, cielo de mi única y verdadera religión de alcoba, me perteneces aunque me mires distante, por que así te soñé. 

jueves, 14 de mayo de 2015

No rompas los sueños de otros
No quiebres su fe.
De ser posible,
No partas sus corazones.
No mientas, y si mientes
Que no sea para salvarte a ti.
No silencies
O jamás te escucharan.
No claudiques,
Pues nunca vencerás,
Pero más importante...
No luches sin razón,
Y sin razón, no vivas.
No atormentes con consejos
Oscuros, si estos al final
No llevan un mensaje
De esperanza.
Y no hundas palabras
Sin antes pulirlas.
Consagra tus ideas,
Para qué todos tengan
Grandes cosas que decir,
Grandes cosas que pensar.
Y lo más trascendental...
Deja de lado toda hipocresía,
Por tu bien, por el mío,
Por el bien de todos...
Refuta todo aquello que
Repulsen tus sensaciones,
Sea quien sea, sea lo que sea.

sábado, 2 de mayo de 2015

La enfermedad de las mariposas

Cabeza recostada sobre un cúmulo de lama fría y el olor a tierra húmeda invade la sensación de que no hay descanso en almohadones de pluma, más que en el oscuro rincón donde se refugia el corazón en sueños. Y los brazos extendidos acariciando el rocío que ha dejado el llanto atrás para convertirse en verdad de una hipótesis macabra que juega con nuestra ilusión y nos murmura rozándonos la espina; -soñaras despierto y en sueños tu voluntad dormida se ofrecerá al tributo del subconsciente. Marginal es la noche que envuelve ilusiones en paisajes de inerte tranquilidad, aburrida quietud, sentenciando; -las fantasías no son mas que eso, alegrías imaginarias. Los ojos encerrados en un torbellino angosto que se cierra con el incremento de la duda sensorial. El ahora exuberante racimo de emociones no sabe diferenciar la desesperación de la satisfacción. Y no queda espacio para andar, ahora más que nunca, las raíces se encuentran tan profundas, que duele tan solo pensar en caminar. La emoción por fin ha transformado al caudal en una fuerza inmóvil que se contempla a si misma, y abre desde el hipotálamo cual fruta roída y seca un gran desarmable que se extiendo mas allá del firmamento, y se cae incluso de las manos. Causa temible frío entre la médula saber en sueños que la desilusión es mas presente que el andar de la maquila excelsa encargada de batir las alas, y destinada a sonreír. Ese momento en que el detenerse se vuelve más personal que la felicidad, es tan delirante como descubrirse parte de un regocijo crucial que otorga identidad para luego arrebatar de la manera mas calma, y deforestar el compendio de ilusiones que al cerrar los ojos se manifiesta. Manera de perder el vuelo y languidecer unidos a la mojada flora de nuestros cimientos.  Recato que guarda ahora el corazón hasta permanecer del todo verde y en silencio, es en definitiva un hostal degenerativo que arropa exaltaciones y derroches en la quietud del tiempo. 

sábado, 25 de abril de 2015

Grito 1

Mírame con atención, estoy sangrando. Pero estoy sonriendo. Mírame disimuladamente, te ves sufriendo, soy espejo. Huele lo que tengo que decir, siente el viento a mis espaldas, así llega la verdad, como las ráfagas que soplan detrás de mí y te llenan los pulmones. Siente la planta de mis pies, esta cuarteada como la tierra, como mi corazón, pero sigue latiendo, como la tierra. Escucha mi voz, estoy callado, pero mi alma esta gritando eternamente. Pero no grita de dolor, grita por que es fuerte, grita por que no le da miedo la inmensidad. Percibe mi alma, eres espejo.

viernes, 17 de abril de 2015

Luz azul

Luz azul que corta a la mitad un cuarto oscuro, inundado de calor, atraviesa dos cuerpos que se resbalan las sabanas y abren los omóplatos sacando el pecho cada vez que una gota fría recorre la espalda, por que el sudor se volvió frío, por que nada supera esta temperatura. Luz que descubre una membrana brillante sobre el vientre, que devuelve la inmensidad a cada pliegue, y esculpe como un plano de mármol cada espacio relegado a la fría corriente de aire que entre abrazos se escapa. La noche sabe a la baba que cuelga de tus los lóbulos hasta el mentón, se reseca y estira la piel, con los poros alerta siempre, como captando electricidad. Tus ojos cerrados, como un óleo entregándose a las manos de su pintor, te dejas derretir y sales por momentos del bastidor, me dicen que soy yo quien eleva al siguiente nivel el arte que eres tu, y te observo con las puntas de mis nervios y me siento dueño del presente, inmortalizando en tus gemidos un eco que acallara las noches de soledad por siempre. Pero los abres, me miras directamente y comprendo que no soy dueño de nada, ni siquiera yo me pertenezco, me muevo sin voluntad alguna dentro de un oleaje tibio que me aleja cada vez mas del centro para acabar desparramado por cada esquina del cuarto. Nos volvemos tan profundos que se pone todo de cabeza, la profanación se vuelve cariño, el sabor se vuelve reverencia, y cualquier gesto de ternura lo vemos ahora como un insulto. De no ser por esa luz azul que atraviesa la escena completa, me abandonaría a pensar que somos la misma carne, el mismo mar que rebota de pared a pared en una interminable habitación. 

miércoles, 15 de abril de 2015

Balanza 2

Todo es tan oscuro como lo quieras ver, la luz viene de afuera, pero también nace por dentro. Y en la pesadez del encierro cayendo sobre la espalda, con el ser hacía afuera del cuerpo como vomitando el vacío que habita en las entrañas, hay un infinito cual espejo de la realidad de todo este universo. Probando que somos el punto medio entre dos inmensidades que apenas conocemos, reflejando en nuestro inmenso interior, el nacimiento de estrellas como de hoyos negros. Perder el miedo a la penumbra es aprender a iluminarla desde el intraverso. Todo es tan oscuro como lo quieras ver. 

sábado, 11 de abril de 2015

El rey y el vagabundo 1

A la izquierda nace como tentando los cimientos de la tierra, solo acariciando la cima de los años de lodo y roca que se juntan derramando un verde que suspira serenidad, que implorando lluvia, como la amante se cubre de joyas a la obligación del honor de otro, al subir la mirada, éste, fuerte como un muro, guía la vista al cielo. Con orgullo recuerda un tiempo en el que el peligro lo acechaba, cuando aun el pequeño viento que jugaba lo tiraba en todas direcciones y este delgado y tierno, se acojonaba. -Seguid con la mirada y encontrareis un plano de vida por encima de vosotros, digno sois tal vez de pisar el suelo de este mundo, pero no los suelos de los cielos, ni sus ramas. Solo hemos de llenarnos el ojo de la vida que separa la tierra de las nubes-. A la derecha erguido con mas brío, oscuro y algo seco, se nota claramente; no hay envidias que corroa, pues a la corteza no la come mas que el tiempo, que es regalo a su vez, por que es excelso aquel que ya vivido no se tumba, ni es tumbado. Y a sus ojos el mas joven, y a los suyos el mas viejo, y el viento a sus hojas como del otro sus hojas al viento, y de uno sus canas al sol, como del otro el sol a sus verdes, pues no hay mas querido en este mundo por el astro rey, ni otro mas noble y con derecho divino que estos dos para ser el puente entre el reino de los cielos y la vida terrenal, la vida de un mortal. – Quisiera ser un árbol- le suspiro casi con llanto el rey sabio al vagabundo. 

jueves, 9 de abril de 2015

El libertino enamorado 2 (Déjalo)

Cálmate, deja de suspirar por ficticios del pasado. Sincérate, que lo mejor va de la mano de lo crudo, lo que es momento, que es el ahora, se dice presente y lo estas viviendo, y sin embargo ah! Ahí estamos, circundantes a una fantasía que de pura nostalgia pútrida nos llena el faltante frenesí de un éxtasis ridículo. Eso es el amor de antaño, que va! si pasa de lado, más! si nunca se vuelven a ver, son extraños, son antiguos. Deja de vanagloriar la melancolía que unos fríos cueros de tez cualquiera te palpite de arriba abajo cual si estuvieras en las mismas puertas del hedonismo hecho paraíso de tu placer mas café a la virtud mas excelsa de tu ser… la carne es carne, y de carne vive la carne mas no el espíritu. Y si del espíritu, tu canto llano hablase en nombre del fin de las temporadas, cosecha el fruto, no de un anhelo adquirido, si no de la cura a lo hondo de su partida, y no hablara mas tu llanto mas que de un pasado olvidado.  

sábado, 28 de marzo de 2015

Confesión primera

Cuando la espesa niebla se fusiona con el eco de mis bóvedas interiores. Cuando retiembla el fulgor de gritos súbitos cual llamaradas de dolor que destellan recuerdos inexistentes en la base de mi composición, que adopta el subconsciente y ahí irán encontrándose lugar. Cuando se mueven los cimientos de una catedral colapsando sobre lodo debajo de su propia inmensidad. Cuando se pierde el centro de las cosas y se abre como la onda de agua en un lago eterno, como radar buscando un limite que dé golpe al andar y reitere la dirección, es imposible precisamente, recuperar el camino, pues como en una fusión nuclear, no hay marcha atrás que nos devuelva al inicio rustico desde nuestra pregunta inicial, volviéndose una sensación etérea de dilatación extrema que abandona su caudal para cubrir totalidad en toda dirección. Iniciando un viaje que le de vuelta a la eternidad, rompiendo toda elasticidad del ser, para converger en un punto remoto. Es entonces que una vez salidos, los interiores se me embarran con el todo. Como si al verter leche en un embudo hecho de panal, ésta lo recorriera por el lado externo de sus caras, para agriarse y descomponerse, tomando los sedimentos a su paso y converger entre la perdición y purificación en un intimo punto de miel virgen al final de la boquilla, gota misma que caerá para convertirse en algo mas, sin marcha atrás. Y todo por que un día de neblina, mi aliento salio a encontrar un horizonte nublado, y perturbado tuve que confesarme; -muero por encontrarme mas allá-.  

miércoles, 25 de marzo de 2015

Vagabundo

El hippie de las uñas largas, que nunca hablaba a la cara, con telarañas y el moco seco de tanto llorar sin cerrar los ojos, que la luz gastaba de tenerla prendida aún cuando el sol tocaba las puertas, mientras se removía lo agrio de las sábanas y arrastraba un pie y el otro del lado izquierdo de la cama, que nunca mentía, pero nadie le preguntaba nada, el mismo que no calzaba ni las chanclas y entre botellas rotas se superaba, por encima de la basura, por encima muy arriba del charol, el de los pies como papa vieja, que atraía las miradas al suelo y su andar, mientras su barba por encima del horizonte solo más se elevaba, el hippie que caminaba y nunca se agotaba, pues sólo ese vato... Ese vato flotaba.

El libertino enamorado 1

Que ha pasado dejando el uno sesenta típico de esencia cambiado al respirar y que deja la nota de haber cortado lo que entre alientos supone un aire universal con un similar ósculo floral a la clave sensorial que como al sabueso manda el zorro, y del polen a la abeja, que no notáis por que no habéis olfateado jamás, pero de volver a pasar, juro que de buena cacería náufrago os lamentaríais repitiendo calle por calle ... A qué suceder tan impregnado de andar mi pasos se adelantan, y encontrarán un final?... Eso, podéis darme verdad?, No, ni lo he notado tío...

Viaje en el tiempo

Podemos viajar en el tiempo... Pero sólo hacia adelante, lo que significa dejar mucho más atrás de lo usual lo que ya se ha quedado para siempre atrás, lineal en una cuarta dimensión donde el futuro nos dicte el camino y al girar la cabeza nuestra realidad se vuelva un óleo de sucesos vivos, donde se desplazan emociones en un yugo interminable de existencia, es duro tener en cuenta la muerte, el desatino y las sorpresas frente a cada paso... Por qué aquí en la tercera dimensión, estamos estancados, entre el momento que avanza segundo a segundo, y no saber de anticipado hace las cosas tan interesantes, como tenebrosas, nos da una realidad súbita, presta para atender, o dejarla ir... Y el viaje hacia el futuro supone mudez, quedarse quieto al borde de un halo que entré más fuera de órbita sucede como el cine, como las obras... Suceden sin ti, pero con todos los demás... Suspensión emocional que sugiere permanecer al filo de un suceso que nunca volverá, para alcanzar continuaciones en blanco que se interpreten al azar, por saber como llegar... Por haber saltado de lo vivido del hoy, al que será mañana, sólo se viaja quedando inerte mientras lo demás avanza.

El Observador

Por medio del testimonio presencial, queda en claro que los aspectos marcados por la expectativa derrumban la percepción, así como exaltan el antagonismo a la sociedad y la clausura de vínculos humanos que refieren a la colectividad, ruptura en el lazo que dicta este testificar, vacío causante de una percepción florida en expectativas y lejana a cualquier realidad, que es la causante de la misma separación y a su vez continua y sigue... hasta el punto en el cual no haya nada que esperar. El inicio de la existencia arbitraria.

Balanza 1

Tiré de mis cuatro esquinas para desgarrarlo todo y romper todas las cadenas, para regarme sobre y atravesar como gotas la tierra, pero nunca supe elegir el lugar indicado, camine descalzo el fango y con ocio alivie mis pies, con paradigmas degrade los sentimientos, tuyos, de ella, de él, míos y lo que construí en un tiempo, en otro, con mis manos lo derrumbe... respire el aire más puro, y el vicio denso con sabor a derrota de los lugares oscuros, hoyos de alerta para el alma en este universo, y aún, no sé nada de nada, ni que lado de las cosas es mejor...

la trama sin fin - 1

Fue un arrebato el que inició la búsqueda, y un momento de silencio lo que la concluyo sin haber encontrado nada. Fue postergación lo que llevo a concurrirnos en barrera espacial, algo que el tiempo dejara intacto. Raquíticos silencios y pura corazonada que, irónicamente, nos situara al principio de otra. Comenzando un sin fin de conclusiones a pesar de no haber iniciado nada.

miércoles, 11 de marzo de 2015

Los días de oscuridad

Al final entendimos que lo que no nos gusta se vuelve con el tiempo nuestro mejor amigo, y si del miedo servimos los días y cambiamos el sol por los cuartos oscuros es para ganarle confianza a la suerte. Del humo venimos y nos arrastra, soledad invertimos por tiempo de mirar hacia fuera, por rendijas despreciamos a los que nunca cerraron los ojos para ver mas allá… y aquí estamos hundidos entre el calor a secas que desprende los olores de un vicio incontenible en el aire de este lugar. Adorando los odios que nos han convertido, estamos más cerca de hallar la iluminación. Si, nosotros que vivimos en la sombra nos vamos haciendo amigos de la muerte, tomando confianza, creciendo entre polvo, cigarrillos, las drogas caras que en cada momento nos abren lejos del último punto de partida. Somos un suceso que jamás nadie notará como tal, y nos volvimos por eso, un sentimiento que le causa pavor a los demás. La gente que toma fuerza lejos de la luz del sol, que ve cada segundo como un irremediable recuerdo del pasado, cuando no hay nada que hacer ante nada de este mundo, cuando el tiempo no alcanza, si no para saber que con el paso de éste vamos muriendo aún sin empezar a contarlo, por que ni por ignorancia se detiene, ni clemencia, sin nada que hacer. Así vivimos lejanos de entender a que nos acercamos, pero a sabiendas de que sucede poco a poco, entiéndase o no, disfrutar de la penumbra en vida nos dará la ventaja de un inmenso placer llegado el momento, nuestro clímax, el paraíso de los que saben a donde malditamente apunta todo esto, la realidad de quien se atreve al pasar de las horas, infestarse de placeres oscuros en un cuarto lleno de humo negro. 

lunes, 2 de marzo de 2015

El pensamiento más oscuro

Saber que ni en este, ni en ningún otro momento, sobre cualquier circunstancia y ante cualquier preferencia, cruzo de al menos unos segundos; en forma abstracta, de palabra, o en imagen, de fragancia rancia, dulce, agria lo mismo da, de tacto… latencia en los nervios, el sin fin de los reflejos que acosan tu cabeza aún en sueños, ni por asomo el tiempo juzga el agua al cántaro, puesto que no hay ni cantidades que sumar. No hay cadencia, por que no se tiene ritmo, y como no hay tal no se lleva a cabo la poesía. Pero más importante que todo, no hay materia. De lo mucho de existencia rastro alguno mío quedará como la sombra en un pasaje oscuro de tu subconsciente donde rebote de esquina a esquina, que no ataña a mis facciones en lo más elevado de tu anhelo, en cambio aceche el pensamiento como el ir apagando de las luces, como el miedo, que sin ser bandera de belleza ahí dentro crece entre tinieblas. Un oculto cameo de suspiro, notorio solo por el filo de los ojos, que en presencia se agiganta según la medida del deseo, que pasará de un momento de ilusión a un vivido as sensorial que dictará realidad donde alguna vez solo hubo pequeñamente un recuerdo que oculto la vida que piensas durante el día. Saber que ni ahora ni nunca, pero de ser solo una sombra podría sobrevivir el día. Podría ser un miedo vuelto fantasía.