domingo, 16 de mayo de 2010
Entre parpados cerrados
La vista activa cosas que la lengua saborea en despuntadas alucinaciones de limones agrios y grandes cucharadas de veneno amargo, se separa de los dientes y entre tierra se revuelve el gusto por el agua, se huele muerto el aroma ya caduco de cien flores marchitas, la selecta moldura de un pétalo podrido se vierte sobre el suelo como si de caricias de amoríos viejos se tratara, se toca y no se siente, mas se asemeja a algún delirio de piel acartonada deslizándose cual polvorienta ceniza sobre mármol frío y vano, se habla y no se escucha, aunque a veces se percata el ser en repentinos escalofríos de un hueco grito entre paredes, un aviso llano de una decisión fatal, se piensa y no se hace, es la acción sin su reacción, es la voz del corazón caído, que entre sollozos y tiernos arrebatos de locura se levanta hacia el distante y disimulado fin de su condena, es la ciencia de este cuerpo moribundo, de una pasión descontinuada, incapaz de revivir la mirada mas coqueta, es lo mudo de la vista cuando no se puede hallar camino mas allá de la avaricia, avaricia pura y sana, dada en confianza y renacida en el cuidado de un amor futuro, y un sueño trasnochado, es lo malo en este mundo, ver adentro y encontrar, el alma de un amante que yace muerto.
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