domingo, 8 de noviembre de 2009

Control

La vi solo una vez sin mirarla bien, la vi, solo una vez sin quererla aun, me vio solo una vez, desde afuera me miro, y la aleje, ciegamente me despedí del dulce anhelo de su olor, y sin importancia me marche, ciegamente se acerco de nuevo, y con diminuta conciencia resbalo, con pleno conocimiento yo caí también, caí tan fuerte que perdí, caí tan fuerte que del golpe desperté su engaño moribundo, su engaño a medias, su engaño que no era para mi, su engaño la atrapaba asta dejarla sin salida, sin saber siquiera si en esa fantasía cruel podía permanecer tanto tiempo como quisiera, deje que se acercara, deje que me tocara, deje que me probara, y solo se alejo, como se aleja quien no se llena de lo toma, como se aleja quien se comparte solo con lo que sobra, deje que se marchara, y que gran error, deje que se pasara de mis limites lejanos a los mas cercanos, deje el control, lo deje olvidado al caer en su sonrisa, lo deje olvidado al caer en ese sueño, no el de ella, sino el mío, mi propio sueño tan falto de control, tan necesitado de pasión, tan tonto como yo, lo olvide y es el precio de mirar bien, es el precio de desear, es el precio a pagar por mi falta de maldad, es el precio, y si me preguntan en mi muy particular experiencia, si, trataría de caer en el mismo descontrol, aunque sea solo una vez, aunque ya no me mirara desde afuera como soy, aunque me mirara desde adentro, aunque me entregara a su control.

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