Efluvio eterno de un inefable contorno del cual ya tengo
sabor en los labios, será presencia en el murmullo de mis tactos a contra
almohada que entre cerrar los ojos y concebir el sueño arrojo el instinto al
fragor de un etéreo involuntario que acaba dictando lo lejano que debe de estar
ese momento molecular al cerco de mi platónico próximo. Que has venido si no a
incordiar un ermitaño caótico falto de excusas, sin medios campales y mucho
menos heroicos. Has sido tú, serendipia de un vago descorazonado. Sin coraje me
acerco cada que te paso de largo, y te extraño común, como se extraña lo de
todos los días. Recato egoísta saberme pendiente de tu indisposición que mal
alimenta teorías limerentes, a sabiendas de que yo y solo yo soy idóneo
desfalco de todas tus normalidades. Sin importancia transcurre mi cartografía
de ti, sin lucidez, estoy ajeno al embrujo de esa indiferencia, para decirte
que sigo trazando el mapa de un reino cuyo terreno jamás visitaré.
Inconmensurable retrato de mi creencia, cielo de mi única y verdadera religión
de alcoba, me perteneces aunque me mires distante, por que así te soñé.
jueves, 21 de mayo de 2015
jueves, 14 de mayo de 2015
No rompas los sueños de otros
No quiebres su fe.
De ser posible,
No partas sus corazones.
No mientas, y si mientes
Que no sea para salvarte a ti.
No silencies
O jamás te escucharan.
No claudiques,
Pues nunca vencerás,
Pero más importante...
No luches sin razón,
Y sin razón, no vivas.
No atormentes con consejos
Oscuros, si estos al final
No llevan un mensaje
De esperanza.
Y no hundas palabras
Sin antes pulirlas.
Consagra tus ideas,
Para qué todos tengan
Grandes cosas que decir,
Grandes cosas que pensar.
Y lo más trascendental...
Deja de lado toda hipocresía,
Por tu bien, por el mío,
Por el bien de todos...
Refuta todo aquello que
Repulsen tus sensaciones,
Sea quien sea, sea lo que sea.
No quiebres su fe.
De ser posible,
No partas sus corazones.
No mientas, y si mientes
Que no sea para salvarte a ti.
No silencies
O jamás te escucharan.
No claudiques,
Pues nunca vencerás,
Pero más importante...
No luches sin razón,
Y sin razón, no vivas.
No atormentes con consejos
Oscuros, si estos al final
No llevan un mensaje
De esperanza.
Y no hundas palabras
Sin antes pulirlas.
Consagra tus ideas,
Para qué todos tengan
Grandes cosas que decir,
Grandes cosas que pensar.
Y lo más trascendental...
Deja de lado toda hipocresía,
Por tu bien, por el mío,
Por el bien de todos...
Refuta todo aquello que
Repulsen tus sensaciones,
Sea quien sea, sea lo que sea.
sábado, 2 de mayo de 2015
La enfermedad de las mariposas
Cabeza recostada sobre un cúmulo de lama fría y el olor a
tierra húmeda invade la sensación de que no hay descanso en almohadones de
pluma, más que en el oscuro rincón donde se refugia el corazón en sueños. Y los
brazos extendidos acariciando el rocío que ha dejado el llanto atrás para
convertirse en verdad de una hipótesis macabra que juega con nuestra ilusión y
nos murmura rozándonos la espina; -soñaras despierto y en sueños tu voluntad
dormida se ofrecerá al tributo del subconsciente. Marginal es la noche que
envuelve ilusiones en paisajes de inerte tranquilidad, aburrida quietud,
sentenciando; -las fantasías no son mas que eso, alegrías imaginarias. Los ojos
encerrados en un torbellino angosto que se cierra con el incremento de la duda
sensorial. El ahora exuberante racimo de emociones no sabe diferenciar la
desesperación de la satisfacción. Y no queda espacio para andar, ahora más que
nunca, las raíces se encuentran tan profundas, que duele tan solo pensar en
caminar. La emoción por fin ha transformado al caudal en una fuerza inmóvil que
se contempla a si misma, y abre desde el hipotálamo cual fruta roída y seca un
gran desarmable que se extiendo mas allá del firmamento, y se cae incluso de
las manos. Causa temible frío entre la médula saber en sueños que la desilusión
es mas presente que el andar de la maquila excelsa encargada de batir las alas,
y destinada a sonreír. Ese momento en que el detenerse se vuelve más personal
que la felicidad, es tan delirante como descubrirse parte de un regocijo
crucial que otorga identidad para luego arrebatar de la manera mas calma, y
deforestar el compendio de ilusiones que al cerrar los ojos se manifiesta. Manera
de perder el vuelo y languidecer unidos a la mojada flora de nuestros cimientos. Recato que guarda ahora el corazón hasta
permanecer del todo verde y en silencio, es en definitiva un hostal
degenerativo que arropa exaltaciones y derroches en la quietud del tiempo.
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